martes, 5 de mayo de 2020

¿Micro Historias?

Para quien quiera que este leyendo esto; este año me volvere madre y con ello me ha dado cuenta que ocupare mi tiempo en otra personita sin embargo tendre mucho tiempo para mi debido a la cuarentena y al hecho de que deje mi trabajo asi que decidi compartir con ustedes unas micro historias que escribi en el 2016 y que hasta hoy no he sido capaz de actualizar... La historia me gusta mucho y sera corta, segun lo que tengo en mente, espero este año tener los animos para finalizarla....

Micro Historias: El Charco ~ Cuarto Encuentro.


—Lisa —comenzó a decir la Sra. Robinson — Nunca conseguirás un buen esposo si sigues con esas ganas...

— Es que...


— Se que te fastidia todo esto de los bailes y costura... Y eres un poco torpe en ellos pero... — La mujer suspiro— Es obligatorio y más si eres hija de semejante profesor.


— Disculpe Señorita — Lisa puso cara larga. — Pero no me obligues a bailar otra vez... Me molesta ver lo torpe que soy y salgo rindiéndome.


— Esta bien... Ya puedes irte entonces. — Lisa comenzó a recoger sus materiales y se despidió con un beso en la mejilla. — Mañana continuaremos con clases de piano... Eres excepcional en eso.


— Hasta mañana — Lisa comenzó a bajar las escaleras de la academia. Ya llevaba como mucho un año en ella desde que cumplió la edad de presentación. La academia era algo obligatorio para las chicas del pueblo, por supuesto como todo en el país, era dividido para ricos y para pobres; Lisa tenía suerte de que su padre fuera Mateo North (uno de los mejores profesores) ya que le habría muchas puertas en la sociedad.


— Auch. — Lisa sintio el golpe para luego tambalearse. Había estado pensando en lo que podría haber para cenar y olvido mirar al frente.


— ¡Por lo menos discúlpate! — escucho la voz de una chica. — Fue tu culpa después de todo.


Demonios. — Lo siento. No estaba prestando atención. — Lisa pudo mirar que se trataba de una chica con cabello color azabache y grandes ojos grises. Su cara le era familiar y la señora que la acompañaba debía de ser su madre, era tan similar a ella.


— Eso es obvio. — La muchacha sonrío y miro a la que parecía su madre — Mamá... Si asi son los estudiantes imagínate la academia.


Su mádre respiró profundo y pareció haberle dado un codazo a su hija. — Discúlpala, es su primer día aquí... Esta algo nerviosa.


— No lo estoy. Odio este lugar, eso es todo.


— Es normal... — Lisa sonrío nerviosa a las dos peli negras. — Es un buen lugar, por más aburrido que parezca.


— Tu lo dices porque de seguro te encanta el té, el piano, los libros y hornear galletas — Lisa se sonrojó, ¿tan predecible era? — A una chica como yo que le gustan los caballos, arcos y flechas y cazar conejos... Esto es el infierno.


— Es suficiente ... Nos vamos. —La mujer tomo a su hija y comenzó a subir las escaleras hacia la academia. — Espero que consiga amigas aquí... — Más que un pensamiento parecía pedir un favor.


++++++++++++++++++++++++++


Lisa estaba de buen humor hoy, la clase de cocina había sido buena, en la práctica de baile le había ido mal pero luego de comer algunas galletas junto a su grupo de amigas lo olvido, y al terminar su clase de piano su humor estaba a la perfección. Le encantaba el piano casi como le gustaba leer; siempre le guardo rencor a su tía por llevarse el piano de la familia, pensó que si eso no hubiese pasado, a sus quince años sería la mejor pianista del país.


—Señorita Robinson. Es hora de irme. — La castaña solía tomar el turno de nueve a tres, así podría ayudar a su madre en las tardes con la cena. — Nos vemos mañana nuevamente.


—Adiós Lisa. — la señorita Robinson dejo un paquete en sus manos. — Esto sobro de la clase de cocina, te las regalo. — Con solo sentir aquel paquete tibio sabía que se trataban de más galletas.


La muchacha comenzó a bajar las escaleras y mirando al frente para no cometer el mismo error de ayer. Luego de estar a una cuadra de la academia la lluvia comenzó a apoderarse de las calles y Lisa se refugio bajo el techo de la panadería más cercana.


— Los cielos está enviando señales. — dijo una voz femenina. — Lucas, ellos no quieren que asista a clases.


— En cuanto termine de llover te llevaré. Los cielos no envían ninguna señal a los flojos.


Lisa comenzó a reír, podría apostar lo que fuese que la voz a su espalda se trataba de la chica del otro día. ¿Tanto detestaba la academia?. Parecía que trataba de convencer a todos lo que encontraba en el camino.


—¿Amiga? — Lisa escucho decir a la chica. — ¡Amiga, pero si eres tú! — la chica la abrazo y Lisa se sobresalto sorprendida ¿eran amigas siquiera?


—Ho-Hola. — Lisa la miro confundida y la azabache le guiñó un ojo.


—Lucas, puedes irte y dejarme con ella aquí. Ella es de mi clase... ¿No es así? — la muchacha pellizco tan fuerte a Lisa que esta termino apartándose.


— ¡No! — Lisa la miro sonrojada y luego al muchacho (quien le parecía familiar), el vestía un atuendo militar y y sus ojos grices parecían agotados. — Lo siento, pero no se de qué habla. — Lisa miro en otra dirección tratando de recordar de dónde le parecían tan familiares aquellos dos.


— Traidora. Te perdoné que te tropezaras conmigo y de esta manera me pagas. — la muchacha miro fastidiada a Lisa. — Me vengare.


—¿Qué cosas dices Holly? — El chico se aclaró la garganta y comenzó con voz firme. — Primero deja de meter a otros en tus asuntos y segundo, no puedes culpar a esta pobre chica de tropezarse... Es algo común.


— Calla. No eres mi padre. Ni siquiera sé qué haces aquí... — la muchacha se cruzó de brazos y Lisa aguanto las ganas de reír, le recordó a las discusiones con su hermana.


— Si no te escapases de camino a la academia nadie tendría que llevarte hasta a allí. Solo ayudo a mamá —El chico parecía de verdad irritado, al igual que su madre hace unos días.


El lugar se lleno de un silencio, y solo se escucho las gotas de lluvia caer. Holly, la chica de cabellos negros resopló y entro en la panadería.


— Siento mucho la actitud de mi hermana... Ella no está acostumbrada a ese ambiente en la academia. — el chico rubio a su lado comenzó a decirle.


—Esta bien. — Lisa sabía quién era el, y porque le era tan familiar. Miro en otra dirección tratando de ocultar su rostro, no quería ser molestada otra vez por haber caído en el charco. — Es normal... Al principio tampoco me gustaba. Después encontrará algo que le interese.


—Si... Bien, iré adentro. Si te apetece comer algo no dudes en pedirlo. — El le dedico una sonrisa y Lisa pensó que quizás la academia militar lo había hecho madurar. —Siento mucho lo de hace un rato.


— Esta bien. No hay problema. — Lisa le devolvió la sonrisa y él se dio media vuelta y entro al lugar donde segundo antes había entrado su hermana.


Después de unos segundos Lisa se alegró de no haber sido reconocida, le avergonzaba aquella caída y luego de que se lo contase a unas de sus amigas ella continuaba molestándola hasta el sol de hoy; le era suficiente con eso.


Al terminar de llover se fue en dirección a su casa con más ganas de comer que de seguir viviendo.


Micro Historias: El Charco ~ Tercer Encuentro.


—Lisa —comenzó a decir la Sra. Robinson — Nunca conseguirás un buen esposo si sigues con esas ganas...

— Es que...


— Se que te fastidia todo esto de los bailes y costura... Y eres un poco torpe en ellos pero... — La mujer suspiro— Es obligatorio y más si eres hija de semejante profesor.


— Disculpe Señorita — Lisa puso cara larga. — Pero no me obligues a bailar otra vez... Me molesta ver lo torpe que soy y salgo rindiéndome.


— Esta bien... Ya puedes irte entonces. — Lisa comenzó a recoger sus materiales y se despidió con un beso en la mejilla. — Mañana continuaremos con clases de piano... Eres excepcional en eso.


— Hasta mañana — Lisa comenzó a bajar las escaleras de la academia. Ya llevaba como mucho un año en ella desde que cumplió la edad de presentación. La academia era algo obligatorio para las chicas del pueblo, por supuesto como todo en el país, era dividido para ricos y para pobres; Lisa tenía suerte de que su padre fuera Mateo North (uno de los mejores profesores) ya que le habría muchas puertas en la sociedad.


— Auch. — Lisa sintio el golpe para luego tambalearse. Había estado pensando en lo que podría haber para cenar y olvido mirar al frente.


— ¡Por lo menos discúlpate! — escucho la voz de una chica. — Fue tu culpa después de todo.


Demonios. — Lo siento. No estaba prestando atención. — Lisa pudo mirar que se trataba de una chica con cabello color azabache y grandes ojos grises. Su cara le era familiar y la señora que la acompañaba debía de ser su madre, era tan similar a ella.


— Eso es obvio. — La muchacha sonrío y miro a la que parecía su madre — Mamá... Si asi son los estudiantes imagínate la academia.


Su mádre respiró profundo y pareció haberle dado un codazo a su hija. — Discúlpala, es su primer día aquí... Esta algo nerviosa.


— No lo estoy. Odio este lugar, eso es todo.


— Es normal... — Lisa sonrío nerviosa a las dos peli negras. — Es un buen lugar, por más aburrido que parezca.


— Tu lo dices porque de seguro te encanta el té, el piano, los libros y hornear galletas — Lisa se sonrojó, ¿tan predecible era? — A una chica como yo que le gustan los caballos, arcos y flechas y cazar conejos... Esto es el infierno.


— Es suficiente ... Nos vamos. —La mujer tomo a su hija y comenzó a subir las escaleras hacia la academia. — Espero que consiga amigas aquí... — Más que un pensamiento parecía pedir un favor.


++++++++++++++++++++++++++


Lisa estaba de buen humor hoy, la clase de cocina había sido buena, en la práctica de baile le había ido mal pero luego de comer algunas galletas junto a su grupo de amigas lo olvido, y al terminar su clase de piano su humor estaba a la perfección. Le encantaba el piano casi como le gustaba leer; siempre le guardo rencor a su tía por llevarse el piano de la familia, pensó que si eso no hubiese pasado, a sus quince años sería la mejor pianista del país.


—Señorita Robinson. Es hora de irme. — La castaña solía tomar el turno de nueve a tres, así podría ayudar a su madre en las tardes con la cena. — Nos vemos mañana nuevamente.


—Adiós Lisa. — la señorita Robinson dejo un paquete en sus manos. — Esto sobro de la clase de cocina, te las regalo. — Con solo sentir aquel paquete tibio sabía que se trataban de más galletas.


La muchacha comenzó a bajar las escaleras y mirando al frente para no cometer el mismo error de ayer. Luego de estar a una cuadra de la academia la lluvia comenzó a apoderarse de las calles y Lisa se refugio bajo el techo de la panadería más cercana.


— Los cielos está enviando señales. — dijo una voz femenina. — Lucas, ellos no quieren que asista a clases.


— En cuanto termine de llover te llevaré. Los cielos no envían ninguna señal a los flojos.


Lisa comenzó a reír, podría apostar lo que fuese que la voz a su espalda se trataba de la chica del otro día. ¿Tanto detestaba la academia?. Parecía que trataba de convencer a todos lo que encontraba en el camino.


—¿Amiga? — Lisa escucho decir a la chica. — ¡Amiga, pero si eres tú! — la chica la abrazo y Lisa se sobresalto sorprendida ¿eran amigas siquiera?


—Ho-Hola. — Lisa la miro confundida y la azabache le guiñó un ojo.


—Lucas, puedes irte y dejarme con ella aquí. Ella es de mi clase... ¿No es así? — la muchacha pellizco tan fuerte a Lisa que esta termino apartándose.


— ¡No! — Lisa la miro sonrojada y luego al muchacho (quien le parecía familiar), el vestía un atuendo militar y y sus ojos grices parecían agotados. — Lo siento, pero no se de qué habla. — Lisa miro en otra dirección tratando de recordar de dónde le parecían tan familiares aquellos dos.


— Traidora. Te perdoné que te tropezaras conmigo y de esta manera me pagas. — la muchacha miro fastidiada a Lisa. — Me vengare.


—¿Qué cosas dices Holly? — El chico se aclaró la garganta y comenzó con voz firme. — Primero deja de meter a otros en tus asuntos y segundo, no puedes culpar a esta pobre chica de tropezarse... Es algo común.


— Calla. No eres mi padre. Ni siquiera sé qué haces aquí... — la muchacha se cruzó de brazos y Lisa aguanto las ganas de reír, le recordó a las discusiones con su hermana.


— Si no te escapases de camino a la academia nadie tendría que llevarte hasta a allí. Solo ayudo a mamá —El chico parecía de verdad irritado, al igual que su madre hace unos días.


El lugar se lleno de un silencio, y solo se escucho las gotas de lluvia caer. Holly, la chica de cabellos negros resopló y entro en la panadería.


— Siento mucho la actitud de mi hermana... Ella no está acostumbrada a ese ambiente en la academia. — el chico rubio a su lado comenzó a decirle.


—Esta bien. — Lisa sabía quién era el, y porque le era tan familiar. Miro en otra dirección tratando de ocultar su rostro, no quería ser molestada otra vez por haber caído en el charco. — Es normal... Al principio tampoco me gustaba. Después encontrará algo que le interese.


—Si... Bien, iré adentro. Si te apetece comer algo no dudes en pedirlo. — El le dedico una sonrisa y Lisa pensó que quizás la academia militar lo había hecho madurar. —Siento mucho lo de hace un rato.


— Esta bien. No hay problema. — Lisa le devolvió la sonrisa y él se dio media vuelta y entro al lugar donde segundo antes había entrado su hermana.


Después de unos segundos Lisa se alegró de no haber sido reconocida, le avergonzaba aquella caída y luego de que se lo contase a unas de sus amigas ella continuaba molestándola hasta el sol de hoy; le era suficiente con eso.


Al terminar de llover se fue en dirección a su casa con más ganas de comer que de seguir viviendo.


Micro Historias: El Charco - Segundo encuentro.

- Pero madre, yo de verdad no quiero presentarme. - Lisa refunfuñaba en la cocina mientras su madre le ponía algunos alfileres al vestido. - Mi padre me ha dicho que no tenía que hacerlo... Esto no es obligatorio.
- Quédate tranquila. - su madre tan paciente como siempre le dijo suavemente. - no es que vayamos a aceptar algún compromiso... Solo debes presentarte porque eres la primera hija del profesor North.
- Pero cumplí los catorce hace meses madre. - Habían pasados cinco meses desde su cumpleaños número catorce y su padre, como el excelente hombre que era le dijo que no esperaba presentarla a la sociedad tan joven. - ¿qué tiene de bueno hacerlo ahora?
- Que es una excelente oportunidad para que te habrás un camino entre los mejores profesores del pueblo. - la señora le dedicó una sonrisa y un alfiler la pincho bajo la axila. - todavía no sabes hablar el tordon, ni el cuares... Si algún profesor de esas lenguas se encuentra allí podrías... - su madre presionó el vestido en su vientre. - ser encantadora como siempre y obtener unas clases con ellos.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Entraron en el gran salón, ella y su padre se encontraban cruzando sus brazos y caminando a la par con el otro. Lisa lucia su largo cabello castaño en una trenza decorada con pequeñas joyas y su vestido de terciopelo color azul cielo hacia resaltar sus ojos miel.
Su padre a su lado vestía un traje color café con una corbata del color de sus ojos, verdes oscuros.
Su padre la presento a cada uno de los profesores y sus hijos, e hijas. La mayoría tenían hijos entre los veinte y veintidós y el Señor North hacia caras incómodas cuando estos miraban con aprobación a Lisa, quien por su altura siempre parecía mayor.
- Ella acaba de cumplir los catorce. - decía su padre luego de que un chico de veinticinco besara la mano de Lisa. - catorce, catorce.
- Padre creo que le ha quedado claro. - la chica siempre trataba de ser lo más refinada, elegante e intelectual posible, era algo que su madre le había inculcado a ella y a su hermana desde muy jóvenes. - Disculpe la actitud de mi padre, es mi primera presentación luego de cumplir los catorce.

- Ya veo, discúlpame tú a mí. - el chico se inclinó ante el profesor y agregó. - pensé que tenía una hija mucho mayor.

Y cosas como esta sucedieron cada vez que Lisa era presentada a chicos que pasaban los veintes.

La cena fue tranquila, pavo al horno con ensalada de papa y un vaso de jugo de papaya. La larga mesa había sido decorada con frutas y velas y las mayorías de las conversaciones eran sobre libros o algún rey que solicitaba buenos profesores para sus hijos idiotas.

- Creo que nosotros no hemos tenido el placer de presentarnos ante su hija Profesor North. - le dijo una voz a su padre. Lisa miró de reojo a un señor canoso, quien seguro tendría un hijo igual de canoso, y continuó comiendo sus uvas.

- General RedWall, que gusto verlo. - le dijo su padre al señor. - Es una extraña coincidencia encontrármelo en las reuniones de profesores. ¿Sus hijos necesitan algún tutor?

- Oh no,no ya sabes cómo son Lucas y Holly. - el señor apoyo su mano en el hombro del profesor North. - excepcionales como su abuelo.

- Claro que si. - Mateo North miró a su hija y esta trago y le dedicó una fina sonrisa al señor RedWall. - Esta es mi hija Lisa; Lisa este es el general RedWall.

- Mucho gusto señor RedWall. - la chica se puso de pie para darle su mano, la cual fue besada delicadamente por el general.

- Me recuerda a Susana, Profesor. - Lisa sonrió, siempre era comparada con su madre. - Quien no veo desde que vine con mi padre a esta reunión de profesores.

- Hace unos veinte años. - su padre sonrió. - El profesor RedWall... Un excelente hombre.

- Así era. - el general suspiro y se dio media vuelta. - Lucas, ven. Quiero presentarte a la hija del Profesor North- Un chico alto y de cabellos rubios se fue acercando. - alguien quien fue capacitado por tu propio abuelo.

Lisa miró al chico de pies a cabeza. Muy similar a su padre a pesar de verse demasiado joven. Pantalones azul marino, camisa blanca y chaleco negro, sobre el un saco del mismo color de sus pantalones. Sus ojos grices y sus pómulos bronceados resaltaban aquellas pestañas largas.
Lisa miró avergonzada al chico, parecí mucho menor que el resto de los que le habían presentado.

- Lucas ella es Lisa North. - dijo su padre poniéndose de pie y tendiéndole la mano. - Y yo soy su padre el profesor Mateo North.

- Es un placer conocerlo personalmente profesor. - el chico le dio la mano al señor y le dedicó una sonrisa a Lisa. - ¿ya está en edad de presentación su hija?

Lisa se ruborizó lo suficiente como para que el muchacho sonriera, el padre de este le dio un codazo y el señor North aclaró su garganta.

- Si, desde hace cinco meses. - dijo el profesor.

- Ya veo, debe ser difícil aquí ¿cierto? - el chico no pareció importarle la presencia de los mayores cuando extendió su mano izquierda. - he escuchado que soy el único que tiene menos de veinte.

- ¿Si? - su padre asintió y Lisa toma la mano del chico- ¿cuántos?

- dieciséis. - dijo el y la llevó consigo hacia la mesa de postres. - Y dime Lisa...

-¿Qué cosa? - el chico tomo una galleta entre sus manos y Lisa tuvo muchas ganas de comerse la bandeja completa.

- ¿Desde cuándo no te caes en un charco? - el muchacho metió la galleta en su boca y la comisura de sus labios comenzó a subir. Estaba conteniendo la carcajada de su vida.

Lisa no entendía a que se refería el muchacho ¿caerse en un charco?, la semana pasada se había caído en uno pero, ¿debería responderlo o solo era una broma?. El muchacho la miro como atónito.

- ¿tantas veces te has caído? - Lisa sonrió nerviosamente, aunque por dentro quisiera patearlo. El chico sonrió y a Lisa le pareció ver esa sonrisa antes.

- ¿Puedes llegar al punto de esto? - La muchacha soltó su mano y comenzó a comer una galleta.

- Ya olvídalo, me odiarías si te recuerdo cómo te miraba aquel guardia en la entrada del salón Penumbria, hace... ¿Dos años?

Y entonces Lisa lo recordo, el chico de cabello rubio quien miraba la lluvia, el guardia mirándola con lastima y luego su caída y las burlas de la persona que se encontraba frente a ella.

- Eres un idiota... - Lisa suspiro y miro avergonzada a otro lado.

-¿Pero me he puesto guapo cierto? - Lisa lo miró extrañada, si era humor no le estaba causando risa. - El punto es que estoy diferente...

- Ah, sí... No te he reconocido. - la chica lo miró y luego a la mesa de postres. -¿cómo me has reconocido?

- Siempre supe que eras la hija del profesor.

- El tiene dos hijas. -le respondió la chica.

- Creo que... Puse mis ojos en ti mucho tiempo aquella vez. - Lisa lo miró y soltó una carcajada, Lucas se ruborizó y entorno sus ojos. - Es la verdad... No has cambiado demasiado.

- Bien, bien... Tu luces maduro.

- ¿te vienes a presentar a la sociedad hoy? - Lisa asintió. - ¿quieren tus padres que te cases a los quince?

- Mis padres no arreglaran mi matrimonio.

- Eso es bueno entonces... Aunque mis padres son de matrimonio arreglado, no a todos les va muy bien - Lucas miró a su padre y luego a la chica. - ¿Tus padres lo son?

- No, eran vecinos cuando jóvenes y siempre se gustaron hasta que se casaron. - Lisa comió otra galleta. - Mi madre me explicó que su hermana tuvo que casarse con un tipo del ministerio y lloro mucho por dejar a su amor...

- Y no quiere hacer sufrir así a sus hijas. - la interrumpió Lucas, completando lo que ella planeaba decir.

- Exacto, creo que es algo bueno... No me siento preparada para tener un hijo tan joven. - la chica recordó los dolores de parto que tuvo su amiga Ursula.

- Es genial... Pero es algo difícil.

- Supongo. La mayoría de los jóvenes no perderán su tiempo enamorando a una hija de profesor.

- Tienes razón.

- Lisa. - Su padre grito y la chica lo miró. - ya han venido por nosotros.

- Debo irme. - Lisa tomó tres galletas más y luego le dedicó una sonrisa. - Fue bueno hablar contigo sin sentirme humillada.

- Lisa. - El chico la tomó por el brazo y le dio tres galletas más. - se tu dirección ... Te escribiré.

- Bien. Hasta luego Lucas.

Micro Historias: El Charco - Primer Encuentro.

— ¡Rápido Lisa! — comenzó a decir su padre.
— ¡Ya voy padre! — la chica comenzó a caminar rápido. — te he dicho que caminar con vestidos y tacones es un desastre.
— Venga Lisa pero ya eres una jovencita — Escucho a su padre decir antes de que dejara el salón, la chica intentaba alcanzar a su padre, quien ahora corría en dirección a la salida.
La chica bufo y cruzó la esquina del gran salón, donde minutos antes había sido la reunión de su padre con algunos profesores del pueblo, bajo unos escalones y se encontré con la salida hacia el porche que gracias al cielo tenía un pequeño techo sobre ella.
— Quédate aquí ¿si? — le dijo su padre quien apoyado sobre la baranda comenzaba a bajar las escaleras del porche — Creo que el carruaje se ha demorado, iré a ver si se han equivocado de salón.
— Papá, espera aquí... Vendrán en algún momento — la chica se cruzó de brazos fastidiada, ya había tenido suficiente con aquella larga cena y charlas de ancianos como para correr bajo la lluvia.
Su padre frunció el ceño antes de contestar. — Es que la reunión de médicos es en aquel lugar — dijo señalando hacia alguna zona de la calle — estoy empezando a pensar que fueron primero por tu tio Charles que por nosotros.
— Bien, ve a donde el tío. Esperaré aquí.
Su padre dejo el porche en unos segundos y el guardia de la entrada le dedicó a la jovencita una sonrisa de comprensión, Lisa por su parte suspiro y camino en sentido contrario por aquel gran porche apoyándose de la baranda.
En la esquina se encontraba, con las manos en sus bolsillos, un chico rubio unos años mayor que ella — quizás tenga unos catorce o quince — pensó para sí misma. Aquel joven se veía muy ocupado viendo la lluvia caer, Lisa no quiso interrumpirlo y se dio media vuelta, el guardia de aquel lado la miraba aún con lastima, como quien deja un perro abandonado en la calle. — Idiota, mejor mírate a ti mismo de esa manera.
Lisa de mal humor bajo las escaleras para dirigirse a la calle, si él carruaje se había equivocado tomaría mucho en dar la vuelta, sería más fácil que ella se encontrar allí en el salón de médicos y así no tendría que soportar las miradas de lastima del guardia o de cualquier otro que dejara el salón a estas horas.
La chica llego a tierra y se cubrió su cabello castaño, o más bien se cubrió de las gran gotas de lluvia que caían del cielo.
— Camina por el borde. — le dijo una voz masculina. Lisa giró su cabeza y se encontró con el chico que miraba la lluvia. — el techo del porche sobresale, camina por el borde y no podrás mojarte.
— Ya lo sé. — le dijo la chica. Y la verdad era esa, lo había pensado para luego correr hacia la otra calle. — Gracias.
Lisa comenzó a caminar despacio debajo del angosto pedazo de techo que estaba sobre ella. Comenzó a verlo muy complicado, al final el ruedo de su vestido y sus tacones estaban todos sucios. — Me voy a mojar de todos modos, no tiene caso si continúo cubriéndome.  — dijo como si alguien necesitase saberlo.
Dejó de cubrirse y comenzó a caminar lentamente en dirección al salón de médicos del pueblo dejando tras ella el porche con el guardia, quien quizás la estaría viendo con más lastima que nunca, y al chico.
No había caminado mucho y ni siquiera estaba lo suficiente mojada cuando tropezó con una roca y el tacón de su zapatilla derecha se quebró, haciéndola caer en un pequeño charco de tierra originado por la lluvia.
— Demonios.  — dijo cuando ya se encontraba sentada sobre aquel pequeño charco. — buena manera de terminar el día.
— ¡ JA JA JA! — una gran carcajada vino acompañada de aplausos tras ella. Luego de unos segundos de risas, grandes y sonoras risas, le grito. — espera, iré por ti. — era la voz de chico.
Lisa avergonzada se puso de pie como pudo e intento no volver a tropezar cuando el tacón quebrado piso la tierra. — No necesito tu ayuda. — le dijo rápidamente.
— Ay que bárbaro. — decía el muchacho tras ella — ven deja te ayude. — la voz estaba mucho más cerca y una mano la rodeo por la cintura.
— ¡Suéltame! — Lisa se zafó del brazo del muchacho y este sonrió y la miro extrañado. — Luego de reírte como tonto vienes a ayudar. Ya vete.
— Me ha sorprendido tu caída. — el chico no se dio media vuelta, continuaba tras de Lisa mientras la castaña daba pequeños pasos hacia la otra calle. — y te has caído sentada, discúlpeme damisela pero me ha causado mucha risa.
— No vengas con esos sobrenombres tan viejos — Lisa lo miró de reojo y continuó caminando. — vete.
— Usted es la hija del profesor North— Lisa no se sorprendió, su padre era de los más reconocidos profesores de literatura del pueblo. — ¿con qué cara puedo verlo si dejo a su hija tirada bajo la lluvia?
— Con la misma cara con la que te reíste de ella. — el chico soltó una carcajada y Lisa aceleró el paso, divisó a su padre salir del salón junto a su Tío.
— Es que te he visto dentro y parecías tan determinará para tener la edad de presentación... — Lisa suspiro. Era normal que todos pensaran que ya había cumplido sus catorce, porque era una chica alta, pero no era así, apenas estaba cerca de cumplir los trece.  —... Me pareció increíble ver que la misma chica se cayó en un charco.  — y esto vino acompañado de risas.
— Te sorprenderías más si supieras que ni siquiera tengo los trece. — el chico río y ella lo miró fijamente. — ya puedes irte, mi padre está por allá. — le dijo señalando al frente. La gotas de lluvia cubrían toda su cara.
— No me he sorprendido tanto. — Admitió el chico dando algunos pasos para atrás. — Si tienes doce y hablas de esta manera... No puedo admirar más a tu padre, te ha de hacer leer miles de libros. — y con esto se dio la media vuelta.

viernes, 3 de enero de 2020

one shot naruto: Reunión de Sorpresas.

Hay muchísimas cosas que deseo y ninguna esta ni cerca de suceder... 

Cosas que me torturan a diario recordándome que probablemente serian lo mejor que me pasaría en la vida, por su lejanía entonces me tienen presente que por ahora sera imposible, que la felicidad es sinónimo de lejanía, de sueños y de un "quizás". 

¿Por que permito que me torturen y no las hago posible? 
Probablemente quien me conozca sabrá cuanto tiempo llevo esperándole, cuando tiempo llevo anhelando la tan nombrada felicidad y sin embargo nunca parece cerca, pues... cuando en tu vida hay un tapujo que no te permite continuar, nada sera posible, nada hasta que ese limite o impedimento desaparezca. 

¿Porque entonces no te deshaces de la piedra en el camino?
Ella es fuerte, mucho mas fuerte de lo que misma podría ser algún día, yo me encargue que fuese así, yo no le impide crecer y adueñarse de todo cuando había tiempo de hacerlo, ahora, ahora que veo lo mal que hace su tamaño en mi vida, ahora que descubro de lo que es capaz, me parece imposible derrotarla, su fuerza es descomunal y su voluntad pesada... 

Para el que juzga... Lo estoy intentando, estoy intentando mover esta piedra, estoy deseando que se vaya y vuele. 

Para el que me entiende... La piedra se ira, volara, porque aunque la fe en mi misma sea transparente por alguna razón creo que tu podrás destruirla. 

Las palabras duelen, mas de aquellos que nunca se permiten un segundo de su vida en apreciar el tamaño de los problemas del resto, por lo que luchan, lo que cargan, lo que anhela y no pasara, lo que desean y es lejano. El limite es una lucha, el limite te impide moverte y las palabras alimentan tu rigidez, alimentan la piedra, alimentan el limite, alimentan a la escasa felicidad.

La pregunta (oneshot ShikaTema)

Hay muchísimas cosas que deseo y ninguna esta ni cerca de suceder... 

Cosas que me torturan a diario recordándome que probablemente serian lo mejor que me pasaría en la vida, por su lejanía entonces me tienen presente que por ahora sera imposible, que la felicidad es sinónimo de lejanía, de sueños y de un "quizás". 

¿Por que permito que me torturen y no las hago posible? 
Probablemente quien me conozca sabrá cuanto tiempo llevo esperándole, cuando tiempo llevo anhelando la tan nombrada felicidad y sin embargo nunca parece cerca, pues... cuando en tu vida hay un tapujo que no te permite continuar, nada sera posible, nada hasta que ese limite o impedimento desaparezca. 

¿Porque entonces no te deshaces de la piedra en el camino?
Ella es fuerte, mucho mas fuerte de lo que misma podría ser algún día, yo me encargue que fuese así, yo no le impide crecer y adueñarse de todo cuando había tiempo de hacerlo, ahora, ahora que veo lo mal que hace su tamaño en mi vida, ahora que descubro de lo que es capaz, me parece imposible derrotarla, su fuerza es descomunal y su voluntad pesada... 

Para el que juzga... Lo estoy intentando, estoy intentando mover esta piedra, estoy deseando que se vaya y vuele. 

Para el que me entiende... La piedra se ira, volara, porque aunque la fe en mi misma sea transparente por alguna razón creo que tu podrás destruirla. 

Las palabras duelen, mas de aquellos que nunca se permiten un segundo de su vida en apreciar el tamaño de los problemas del resto, por lo que luchan, lo que cargan, lo que anhela y no pasara, lo que desean y es lejano. El limite es una lucha, el limite te impide moverte y las palabras alimentan tu rigidez, alimentan la piedra, alimentan el limite, alimentan a la escasa felicidad.

Un nuevo tu

Drabble SasuSaku.

Este lo escribí hace 3 años o 4 en mi cuenta de fanfics.es, la verdad lo re-descubrí hace un mes mas o menos porque lo había olvidado por completo.

Ahorita conversando con mis amiguillas @Temari_05_Nara  @BySaira
lo recordé y se me ocurrió re publicarlo por aquí.

No es la gran cosa... Fue lo primero que escribí  de Naruto y me esforcé porque quería ganar ese concurso SasuSaku (pero perdí)... así que lo siento si no es lo mejor que leen de mi XD

Igual espero les guste!!! 

/////&&&&&&

- A pesar de que regreso hace un mes a algunos en la aldea no les trasmita confianza-me dijo Ino con un tono preocupante-. Me da un poco de lastima ¿sabes? Él puede que no lo demuestre, pero imagino que debe sentirse horrible.

Ya había pasado un mes desde que Sasuke regreso de su viaje a la aldea, aunque se la pasaba la mayor parte del tiempo yendo y viniendo, había regresado y todos nos alegramos por eso, era como tenerlo con nosotros y saber que nada malo le pasara, o quizás solo yo lo sentía así, porque algunos en la aldea desconfiaban de él y le daban malas caras y por supuesto tenían razón para ello, ya que Sasuke no tuvo el mejor pasado de todos. A pesar de que había hecho este viaje para encontrarse a sí mismo y conocerse de nuevo, pocos lo entendía y lo seguían viendo como un peligro, yo no, yo sabía que el odio lo había consumido y ahora está libre de él y está siendo el Sasuke que pudo haber sido.

- Sí, creo que son unos desconsiderados, aunque tienen sus motivos.

- ¿Has intentado hablar con él?

- Pues... La verdad no conversamos mucho, el día que regreso le pregunte sobre su viaje y me daba respuestas cortas. - Le decía a Ino mientras recordaba aquel día. Aunque respondió la mayoría de mis preguntas, el solo evitaba mirarme y respondía rápido dejándome aun con dudas.

- Ahora solo viaja quien sabe a qué. Imagino que le gusta estar solo po-

- O le incomoda estar aquí- dije interrumpiéndole.

- Si, quizás sea eso. - Lo dijo mientras se levantaba de la silla. Ino había venido a visitarme luego de nuestras pasantías por el hospital, yo había preparado una tarta de zanahoria y ella insistía en que la suya era mejor. - Debo irme ahora, tengo algunos asuntos... Ya sabes... ¡L-las tareas del hogar me llaman!- Los nervios en su voz eran evidentes

- Bien Ino, diviértete con Sai -su cara se ruborizó.

- Idiota, ¿cómo crees? ... Pff... Ese chico y yo... Ja ja - reía moviendo sus manos en el aire - Por favor si ya es tarde. ¿Quién tiene una cita a las 10:00pm?

- Nunca dije que fuera una cita ja ja. Ve y diviértete, te acompaño a la puerta- Ella bajo su cara.
- No le digas a nadie, odiaría que me moleste Shikamaru, ya lo tengo harto con mis chistes de Temari, siento que buscará venganza.

- Tranquila, lo de ellos es más evidente, lo tuyo nadie lo comenta -lo cual era cierto, pero lo de Ino y Sai ya era un rumor.

A pesar de que había querido acompañarla hasta la puerta de mi casa continuamos caminando hasta que ella cruzó una esquina donde se encontraba Sai, quien estaba sorprendido de verme, lo salude y no regrese a casa, al contrario camine por la aldea.
Mientras caminaba y pensaba en lo linda que sería la boda de Ino, con flores y muchas obras de arte, escuche unos pasos, pasos secos, decididos. Me alarme -podría ser un enemigo- pensé. Continúe caminando y estos pasos me seguían hasta que doble una esquina y desaparecieron -revisa tu espalda, puede estar preparando un ataque-me decía mi conciencia y efectivamente hice exactamente eso, me di media vuelta y no había nadie.

- En estos momentos ya estarías muerta. -Y si, tenía razón la voz que me hablaba a mis espaldas. Su voz.

Me di la vuelta hasta que lo mire a los ojos - Ahm... Hola Sasuke-kun.- Los nervios me estaban matando con su mirada tan penetrante, no podía ni hablar bien, sentía mi corazón latir y mis pasos al girar fueron débiles. - Así que eras tú quien me seguía ja ja. - Tonta, obviamente era el.-

- Si - Camino a mi lado - Ya deberías ir a tu casa.

- Si bueno... Hmmm... Es que estaba con Ino, y la acompañe entonces cuando ella quedo con... Su ci-

- Bien, Adiós. - me interrumpió mientras aceleraba el paso.

- Espera. -camine hasta alcanzarlo. - No has estado mucho por aquí. ¿Estás bien?

- Si

- Sabes, yo Hmmm... Estuve pensando que quizás... -¡vamos tu puedes!- bien, sin rodeos. Creo que no te sientes cómodo, sabes de que algunos te siguen juzgando y yo-

- Basta, no... No es nada importante

- No, si lo es, yo solo quiero decirte que, a lo mejor no entienda muy bien que se sienta eso, ni cómo te sientes tú, pero hago mi esfuerzo en entenderlo e imagino que no es nada agradable-

Le decía a la vez que sus ojos me miraban serenamente, la noche oscura y las calles solas combinaban con ellos a la perfección.- Yo, estaré para ti, y a pesar de todo te acepto, soy tu amiga y quiero que cuentes conmigo y entiendas que si llegas a no sentirte cómodo en la aldea... No pienses en Irte otra vez... Yo...te quiero... Aquí. -baje mi cabeza mientras lo decía- No quiero... que te vayas otra vez.

-Phmm- resoplo y yo alce mi cara. La comisura de sus labios ahora hacían una especia de sonrisa, ya sus ojos no me miraban fijamente, miraban el cielo, la luna, quien sabe qué, pero ya no eran para mi.- Tu... No he pensado en irme, por algo he regresado.

- Bien, o sea sabes lo digo porque, bueno estabas yendo y viniendo y yo bueno pensé que te molestaba algo y buscabas estar solo yo... solo quería decirte que estaré para ti, y yo... ¡ay, siento que hablo tonterías! -dije lo último mientras reía y ponía las manos en mi cara- Tu solo... Quería que lo supieras.

-Gracias Sakura- puso su -única mano- en mi cabeza - Ya regresa a casa.

- Si, bueno. Adiós- su mano permanecía allí-

-Déjame... Déjame acompañarte.

Sonreí.

-Bien. Gracias.

Caminamos todo el camino en silencio. Él estaba atento a cualquier sonido, como si cualquiera pudiera atacarlo en cualquier momento, como si aún estuviéramos en grave peligro, que a lo mejor pudiéramos estarlo, pero sabía que no ahora. Miraba cada sombra, seguía con los ojos cada sonido y yo solo lo veía.

- ¡Mamá!- se escuchó el grito de un niño y Sasuke se alarmó yo solté una risa.

- Tranquilo, solo es un niño- yo continuaba riendo- nada que temer.

- Si - El volvió a mirarme e hizo esa curva con sus labios- que tontería.

- Y ¿dónde estabas? Ya sabes...

-¿Porque lo preguntas?

- Respondiendo con preguntas ¿eh?... Bien ¿Porque me seguías?

- Estaba con Naruto y Kakashi.

- Hmmm. ¿Se reúne el equipo 7 y no me avisan? Idiotas.

- Te seguía porque estabas sola y lo de ellos... solo fue un encuentro.

- No pensé que me responderías todo. Y bueno, yo sé caminar sola-Alce mi mentón y cruce mis brazos- nada podría pasarme en mi aldea. ¿Sabes? tú y Naruto siguen pensando que soy una idiota, deberi -

- Ya.- hizo una mueca- Fue mi instinto, lo siento- miro hacia el cielo- Algo me hizo querer seguirte.

Me ruborice por supuesto, quizás se preocupó por mí.
Ya estábamos en la puerta de mi casa las luces continuaban encendida, por lo que me estaban esperando.

- Bien. -dijo- Adiós.

- Buenas noches Sasuke. - Aunque él pudiera no resistirlo, aunque a lo mejor me apartara, aunque me rechazara, lo abrace- Ya eres libre de ser tú mismo, puedes estar al lado de tu equipo. Cuenta con eso.

A pesar de que imaginaba un rechazo no fue así, el permaneció quieto.
Cuando quise apartarme sentí su mano subir por mi espalda, atrayéndome hacia él, mi corazón empezó a latir con más fuerza y solo pude quedarme allí.

- Espero que mi equipo- dijo esta última palabra con más acentuación- este conmigo durante mucho tiempo.

- Yo me quedaré contigo mientras me lo permitas- justo después de que le dije esto, terminó su abrazo y se dio la vuelta, siempre ocultando su mirada.

- Nos vemos. -dijo-

- Espera...- El dejo de caminar pero no se dio la vuelta.

- Yo... Quiero decirte que... te quiero y estoy feliz de que hayas regresado.

- Pues, tengo buenos motivos para permanecer aquí.- continuaba de espaldas.

- Espero que estés feliz con tu decisión- le dije mientras me acercaba a mi puerta

- Si, y gracias por hoy.- permaneció quieto e hizo una larga pausa- Me has dado un motivo más. -luego continuó su caminata.

Entre a mi casa y corrí directamente a habitación, muriéndome por querer contarle a Ino y verificar si no era la única que pensaba que Sasuke-Kun acababa de aceptarme quizás, o al menos no rechazar, mi confesión.
Me di cuenta mientras me acostaba en mi cama, que Sasuke era diferente, no físicamente, ni tampoco en su tosca personalidad, era el pero algo había cambiado, algo que me verifica que estaba siendo el auténticamente, sin odio, ni obstáculos. Ahora era el mismo y estaba libre para vivir; Sonreí e imagine un futuro donde él se sentaría con Naruto y conmigo a reír, bueno a carcajadas no exactamente, pero lo imaginaba compartiendo, imaginaba esa boda de Ino con flores y obras de artes y todos nosotros bebiendo y bailando, el hecho de imaginarlo me provoca carcajadas.
Entre mis pensamientos llego uno fugaz, corto, pero lo suficientemente largo para hacerme feliz.

Éramos él y yo juntos y entonces cerré mis ojos, borrándolo inmediatamente de mi mente y busque dormir lo más rápido posible.

J

yo, Elisa

Medio dormida, mientras mamá conducía hacia el colegio y yo me recostaba en el asiento de atrás, recibí un mensaje de mi amiga Nicole,

"¿Hiciste la tarea de matemáticas? ¿Yo no la hice... me la prestas sí?"

"Tampoco la hice x_x .

Luego vemos de quien la copiamos".

Le respondí tecleando rápidamente. Mamá continuaba hablándonos a mí y a mi hermano de lo importante que serían las vacaciones que habíamos planificado para el próximo feriado; estaríamos en una casa de campo, habría caballos, vacas, pollos... las cosas que le gustaban a mis padres, sinceramente, yo no estaba tan a gusto con la idea, en ese feriado habría muchas reuniones y fiestas con mis compañeros de clases y en verdad quería ser parte de aquello.

"Está muy cerca tu cumple: o" me escribió Charlie, Charlie... él siempre era tan intenso por mensajes y tan inútil en persona, me gustaría que a veces fuese así de atento cuando estamos frente al otro.

"Lo está... un día exactamente. ¿tendré algún regalo? :) "

Estaba llegando al colegio, y justo después de despedirme de mamá y de mi hermano, leí el mensaje del chico, lo espere tanto... ¿porque tardo tanto en responder?

"Lo tendrás... te veo desde el pasillo, sube, estamos arriba" Leyendo camine rápidamente hacia la entrada, subir las gradas y luego de saludar a algunos compañeros me encontré con mis amigos en el pasillo.

-Hola. - Dijo Nicole cabizbaja. - Nadie de los nuestros hizo la tarea... nos va a matar el profesor.

Yo me encogí de hombros, nunca era algo que en realidad nos preocupara cuando se acercaba la navidad, tendríamos otro trimestre para continuar e intentar aprobar. - Podemos copiarlo de cualquiera, déjenmelo a mí. - Lo decía de esta forma porque... se me era fácil de conseguir todo, me llevaba muy bien con el resto del salón, con los profesores, los deportistas, los frikis... todos eran simpáticos conmigo, yo también lo era y puedo asegurarles que de una manera autentica.

- ¿Vas a robar las tareas? - Susurro Charlie tras de mí, me gire y lo mire solo para asegurarme de que estuviese con sus orejas todas rojas, como siempre, como siempre lucia cada vez que hablaba conmigo.

-Lo hare. - Ladee mi cabeza. - ¿Que me darás de regalo?

El sonrió y negó. - Nada...

-Hola Elisa. - Me saludo una chica de cabellos muy oscuros, era Mildred, Mildred siempre estaba con gripe, aunque lucio asqueroso era una persona muy amable y siempre hacia la tarea.

-Mildred, cariño... - La abrace su brazo. - Necesitamos que nos apoyes nuevamente. - Mildred sonrió y asintió, estaba acostumbrada a esto. Saco de su mochila un cuaderno color azul y lo extendió hacia mí.

-Cuídalo mucho... la última vez lo devolviste con manchas. - La chica hizo un puchero y sonó su nariz.

Yo asentí, sin embargo, Ronald, el chico que siempre estaba tras Mildred me miro con desprecio. - Deberías dejar que fueran más responsables Mili, ellos nunca hacen nada.

- ¡Ay Ronald, todos somos compañeros! - La muchacha se encogió de hombros.

Copiamos toda la tarea, entre risas y dudas, por error deje caer un poco de jugo sobre el cuaderno de Mildred, me sentí un poco mal, pero Nicole tenía razón, no era la gran cosa, se secaría y pronto estaría como antes. Entramos al aula y entre risas tomamos asiento frente a nuestro profesor, el apenas preparaba algunas cosas en la pizarra así que no nos escuchó escabullirnos en nuestros pupitres.

La clase paso tan aburrida, Nicole con algunas risas, las tontas de Valerie y su prima no paraban de coquetear con Richie, Mildred me miro furiosa cuando recibió su cuaderno, luego vendrían algunas disculpas, Charlie no paraba de charlar con Juan, su mejor amigo, yo por otra parte me conformaba con mirarle de vez en cuando y sonreírle, era tan lindo, muy tierno y me gustaba mucho como sus rizos caían a los lados de su cara.

-Cof, Cof- Un chico tocio al terminada la clase. - Cof, Cof. - Ahora lo acompañaba una flema. - Cof, Cof. - Continuo así durante algunos segundos, le mire, era David, David siempre estaba enfermo al igual que Mildred, lo peor en él era su rostro lleno de granos, de verdad eran asquerosos pero ¿quién era yo para decirle, oye, lávate el rostro? no podía hacerse nada, el a veces era muy tierno cuando intentaba impresionar a Carlota, yo estaba tan cerca de sus asientos que siempre lo notaba, le hablaba de juegos, de series, de libros pero la chica solo tenía ojos para Ronald, y Ronald solo para Mildred... Los denominados "tontos", también tenían sus problemas. - Cof, Cof. - Lo hizo nuevamente y sin quererlo un pedazo de flema salió de su boca hacia el suelo, haciendo que los que se encontraban al rededor se alejaran con asco, incluyéndome.

-Oye puerco. - Le soltó Carlota, o como la llamaban algunos, Carly. - ¿Siempre estas con flema? - David sonrió avergonzado y se puso de pie, retirándose entonces del aula.

-Carly... no es su culpa. - Le soltó Mildred. Yo la verdad no estaba tan interesada en todo aquello, así que me retire, justo antes de cruzar la puerta choque con Juan, el me sonrió y continúo caminando, antes de dejar el salón escuche como el regaño a Carlota.

El comedor estaba lleno de alumnos, todos desayunando y hablando tonterías, siempre me acostumbraba a caminar sola hacia allí, tenía amigos, pero Nicole preferida siempre buscar a Joseline su prima y reunirse con ella y Charlie, Charlie siempre estaba con Juan u Oscar, bien podría estar ahora con Mildred o con Sarah, esta última faltaba mucho a clases así que era normal para mí no verle.

La hora del desayuno fue corta, o eso me pareció; ahí me reuní con Joseline y Nicole, otros chicos de otras clases y conversamos de lo que serían las fiestas próximas, a las que seguro yo no iría por culpa de mis padres, Nicole menciono mi cumpleaños y todo se llenó de planes y comentarios, yo no quería hacer una fiesta... no, la verdad solo esperaba que alguien me invitara a una cita, pero Charlie, por Dios, el nunca haría eso.

La próxima clase, inglés, me aburría mucho en inglés, no era mi materia preferida... ¿Cuál era mi materia preferida? ¿química quizás? No lo sabía, aún estaba en la edad de pensar que cualquiera en la que me fuese bien lo era, no estaba para pensar en cual sería mi carrera para toda la vida. - Permiso. - Me empujo Lucia seguida de Miguel, ellos eran raros, muy raros y maleducados, siempre insultando y tratando mal al resto, eran los peores que me caían, lamentablemente en la clase de ingles ellos estaban sentados cerca de mí, debo admitir que disfrutaba burlarme de ellos cuando Richie les decía algún comentario ofensivo, eran tan odiosos que me parecía divertido.

- Ya llegaron los novios... - Susurro Richie, pero la profesora le dedico una mirada. Lucia sin embargo le ignoro. Yo sonreí en dirección a Lucia, todos sabían que estaba loca por Miguel, pero Miguel era eternamente gay, nunca, nunca le prestaría atención, estaba muy ocupado enamorado de Charlie, mi Charlie.

- ¿Hiciste lo de inglés? - Me pregunto Charlie tras de mí, él siempre me hablaba muy bajo, en secreto, en susurros.

-Si.

-Y yo. - El confirmo. - Solo quería saber si estabas estudiando... - Yo sonreír, aunque él no pudiese verme, Miguel, me miro con fastidio.

El aula de repente quedo a oscuras, aunque, las pequeñas ventanas a los lados nos permitían ver lo que nos rodeaba, entraba luz por ellas a pesar de tener unas cortinas oscuras, ¿se fue la luz otra vez? Eso era un poco normal en este colegio, nuestra conexión era muy escaza y antigua por lo que solían haber apagones, Mildred se puso de pie y miro en mi dirección, sabia porque lo hizo, Charlie siempre apagaba las luces cuando entraba en el salón por la puerta trasera, pero no podía ser Charlie, él ya estaba tras de mí, yo como Mildred me gire, pero mi cuerpo reacciono y me hizo lanzarme al suelo. - Salud. - Fue lo que dijo la persona armada antes de darle al gatillo y dispararle en la cabeza a Mildred que cayo boca arriba sobre su pupitre, en total peso muerto haciendo que mi corazón se acelerara, el disparo no son como yo pensé que sonaría estaba silenciado pero los gritos de Nicole y Valerie, y algunas otras chicas, hicieron que un profesor entrara alarmado al aula, pero al entrar fue apuntando y el atacante le hizo una señal de silencio, el profesor negó pero al igual que el resto se cubrió la cabeza y bajo temblando hacia el suelo, las chicas decidieron permanecer en silencio cuando el profesor se puso de pie y recibe un disparo, me estremecí, intente no mirarlo pero fue demasiado rápido, demasiada sangre, ¿quién era esta persona? ¿porque no encerraba ahora en el aula? ¿que tenía en específico con nosotros; yo estaba en el suelo, temblando, llorando, había muchos compañeros al igual que yo, por ejemplo, Lucia ella ahora estaba abrazándome, cosa que nunca haría, Miguel, Miguel se encontraba bajo su pupitre susurrando de seguro algunas palabras a Dios, al Dios que no le aceptaba por su condición... ¿Charlie?

La persona se movía de aquí para allá, patinado pupitres y mochilas en el suelo para abrirse paso hacia... Richie, ahí estaba Richie, temblando del miedo, era lo poco que podía ver yo desde el suelo. - Tranquila. - Me dijo Charlie en el oído. - Como pude le he enviado mensajes al grupo de futbol... alguien tiene que venir pronto. - Hablaba tan bajo y lento que si no le hubiese puesto la atención suficiente no le entendía, abrace a Lucia, ella lloraba y temblaba como yo lo hacía, ¿Quién era él? ¿porque nosotros? Miro por todo el salón, todos estaban el suelo, bajo sus pupitres, llorando, temblando.

Algo exploto fuera, algo que hizo alarmar al chico armado, y sin pensarlo dos veces disparo en dirección a Richie, una vez, en la que Valerie grito muy fuerte, me gire para mirarla y Nicole tapaba su boca ahora, llego una segunda vez, una tercera, una cuarta y el asesino no paraba de maldecir al chico. Yo me acurruque junto a Lucia, y Charlie a mi lado me rodeo con el brazo, me sentía como una piedra, no podía moverme, no podía hacer nada, solo llorar, aunque apenas y sollozaba, solo caen las lágrimas y las imágenes de sangre y permanecían en mi cabeza.

La puerta del aula es, alguien se empujaba contra ella. - ¿Quien? - Grito la persona y apunto alrededor de todos nosotros. - ¿Quién los llamo? - Apunto esta vez a Carlota y a Ronald, ambos, sentados juntos, muy cerca del cuerpo ahora sin vida de Mildred, camino ya punto a la profesora que temblaba sentada en su escritorio, la pobre apenas y había tenido a la oportunidad de hacer algo, ella estaba muy cerca de Mildred también, Mildred... pobre Mildred, no pude evitar pensar en que se murió, se murió odiándome por ensuciar su cuaderno.

Oscar, valiente por nacimiento se puso de pie mientras levantaba un pupitre y golpeo al atacante, haciendo que este gimiera de dolor, todos, incluyéndome nos pusimos de pie inmediatamente, era nuestra oportunidad, lo era, pero apenas reacciono al hecho de que Ronald intentaba quitarle el arma disparo, atacando al chico que cayó a los pies de Carlota, Oscar dio unos pasos atrás, pero no hizo nada. -Te salvas. - El sabía que sería el próximo, yo incluso estaba dudando en que podía serlo, cualquiera podría serla, para esta persona, no había un porque... ¿Lo había? Ahora ¿porque le salvaba? y porque no al resto... Mildred era un ángel, al igual que Ronald... ¿porque ellos? Permanencia de pie, al lado de Lucia y Charlie, la puerta aun, sonaba entre golpes, y el atacante furioso apunto al pobre David, que había comenzado a toser. - Ve. - Lo apunto señalando la puerta. - Ve hacia la puerta. - Le ordeno, David, flacucho y tembloroso camino hacia la puerta, sin embargo, solo sirvió como una muestra para los intrusos de lo que les pasaría, su sangre rodo a través de la puerta y por todos lados, yo intente no verlo, intente no hacerlo, pero... era imposible mirar a otro lado, tu podrías ser el próximo.

- ¿CHARLIE? ¿Charlie, estas bien? - gritaron desde afuera, el atacante se giró a mirarle, a mirarnos, me miraba ahora, me apuntaba ahora, Lucia comenzó a llorar más fuerte y yo, sin darme cuenta estaba tomando la manga del chico, se escucharon sirenas fuera del lugar, el asesino estaba desesperado, camino rápidamente a hacia nosotros, yo le abrace, muy fuerte. -Te quiero. - Me susurro Charlie, yo no tuve tiempo de mirarle, de decirle nada, fue arrancada de su lado y lo siguiente que vi de seguro no me dejaría vivir tranquila, no fue uno, ni dos, quizás unos diez disparos al rostro ahora desfigurado de Charlie, sentí un nudo en mi pecho y mis ojos perdieron la visión por las lágrimas, Lucia me abrazaba a mis espaldas, y todos lloraban al escuchar los gemidos de dolor de Charlie, hasta que desaparecieron.

- ¿No te gusta actuar como héroe? - El atacante lo pateo y sin saber el porque me acerque al cuerpo de Charlie, Lucia por supuesto no me siguió, nadie lo hizo, nadie entiende por qué había hecho esto, el ya no estaba ahí, no había razón, no había ningún motivo. - Estúpida. - Me dijo antes de dispararme, fue una punzada caliente, que a medida que avanzaba en mi pierna se hacía menos dolorosa pero más sangrante, yo estaba temblando aún más. ¿Moriría? ¿porque yo? ¿porque a mí? ¿que hicimos nosotros? ¿que hizo Charlie? ¿Que hizo el profesor Gómez? El atacante se giró, su ropa era oscura, y la malla en su rostro y la oscuridad en la habitación no dejaba que supiéramos de quien se trataba, yo estaba repleta de sangre, mis manos, mis piernas, mi camisa, no dudaba de que mi rostro estuviese igual; las chicas temblaban, yo empezaba a marearme, a perder la visión, estaba perdiendo mucha sangre. - Muerte. - Fue lo que dijo antes de dispararle a Carlota, Valerie grito muy fuerte y fue la siguiente, Nicole a su lado resulto herida, en su brazo, se alejó, se alejó arrastrándose en mi dirección, pero el disparo nuevamente, asesinando a mi amiga, que lloraba, aun lloraba y me miraba en su último aliento, me miraba con suplica, con lastima, arrastrando su brazo sano hacia los pies de Charlie. Disparo una vez más, aunque no estaba demasiado atenta, estaba mirando a Nicole, estaba llorando por Nicole.

La puerta se abrió de un portazo y se escuchó un disparo, esta vez sí se escuchó, fuerte, demasiado fuerte en aquella habitación, tan fuerte que sentí que mis oídos explotarían, las luces se encendieron y el lugar estaba repleto de sangre, policías estaba sobre el cuerpo del atacante, desarmándolo, paramédicos entraban a revisar a todos, se escucharon gritos desde la puerta, llantos, y suplicas, yo ya no estaba, me sentía perdida, un dolor en mi vientre se incrementaba a pesar de no tener sangre propia allí, el dolor permanencia, punzante, mi teléfono sonaba, el teléfono de Charlie sonaba, todos gritaban, hablaban, deje de escucharles, vi a un paramédico y fue lo último que vi.

Fallecidos.

Mildred González, 16 años, disparo en la cabeza, muerte inmediata.

David Rodríguez, 15 años, disparo en el pecho, atravesando el corazón, muerte inmediata.

Carlota "Carly" García, 16 años, múltiples disparos, muerte inmediata.

Valeria Jones, 16 años, 2 disparo en el abdomen, muere desangrada.

Lcdo. Eugenio Gómez, 48 años, disparo en el pecho, muere por paro cardiaco en el hospital.

Charlie Vales, 16 años, 9 disparos, muerte inmediata.

Elisa Torres, 15 años, muere desangrada de un disparo en la arteria femoral.

Heridos.

Ronald Domínguez, 16 años, disparo en la pierna.

Nicole López, 15 años, disparo en el brazo y glúteo derecho.

Miguel Puertas, 16 años, disparo en el hombro y pierna.

Asesino.

Juan Freites, 16 años, compañero de clases.

Se simula que fue un asalto planeado, estaba con problemas familiares, escolares, se detectó un caso de depresión y bipolaridad, condenado a cadena perpetua con opción de pena de muerta, a pesar de contar con un alto grado de enfermedades psicológicas la presión del estado sobre el caso dio como resultado dicha sentencia.

"...Era el mejor amigo de Charlie, era mi mejor amigo... o eso pensaba, nunca imagine que esto podría pasarnos, mucho menos viniendo de él, sabía que tenía problemas en casa, sabía que estaba medicándose, sabía que odiaba que lo molestaran por estar en el coro del colegio, pero... nunca, nunca lo imagine, nunca imagine que le haría eso a Charlie."

Oscar Carvajal, 16 años. 

domingo, 4 de agosto de 2019

Mis fanfics!!

Hola, hola, a quien quiera que este leyendo esto...

El día de hoy les hablare de mi placer culposo, mis fanfics. 
¿que es un fanfic?

Se trata de una ficción creada por fans y para fans, la cual toma un texto original o persona famosa como punto de partida. Se crea, por lo general en una comunidad o fandom y es distribuido, principalmente, en línea aunque antes del internet se imprimían.


Y bueno, eso es, la mayoria de las personas encuentran a los escritores de fanfiction como personas sin oficio, sin originalidad, freeks o copias baratas... mmm, yo no le veo asi por supuesto; considero que cada persona escribe por placer, cuando lo hace, aun si toma el personaje de otra obra, lo hace porque quiere mostrar un nuevo mundo, uno que imagino y es capaz de plasmar en palabras... Si, quizas tomemos personajes y personalidades que no nos pertencen perooo, eso nos abre el camino a querer darnos la oportunidad de escribir algo original.

Por eso a continuación les comparto mis fanfics, fanfics en los cuales he puesto mucho empeño, cariño y sentimientos (por que obveo cuando escribes piensas en algo) y me alegra mucho que hayan sido bien recibidos, recibo muchos comentarios lindos y eso me alegra bastante, saber que a alguien le gusta lo que escribo es muy satisfactorio. ç

Curiosidades sobre mis fanfics:


Todos son del universo de Naruto.


Todos son sobre Shikamaru y Temari.


Nadie que conozca los ha leido, nadie, mi novio y amigas lo saben pero lo tiene prohibido.


Cuando necesito hacer una escena de un chico siempre lo consulto con mi mejor amigo y mi novio, aunque ellos no se dan cuenta, ejemplo: Sabes que a Maria le paso esto.. ¿Como reaccionarias tu?


Siempre trato de mantener sus personalidades, aunque, me gusta mucho hacerlos mas reales, no tan Shikamaru y Temari, si no como personas.


No soy buena escribiendo escenarios pero trato.


Los subi en Fanfiction y Wattpad. 


Y bueno, son estos, escribi oneshots y fics de Sakura y Sasuke, pero este ultimo tiene una personalidad tan compleja que se me hace muy dificil escribirle y leerle en fanfiction, nunca, nunca lo plasman como imagino que es, ¡y yo tampoco puedo!

Sin mas, les comparto mis tesoros, 


La elección.


Este romance es llevado a unos cuantos siglos atrás, cuando Shikamaru el prometedor rey es obligado a buscar una nueva esposa, sin embargo, sera solo elección de ambos enamorarse o cumplir con sus deberes.https://www.wattpad.com/story/108920687-la-elecci%C3%B3nhttps://www.fanfiction.net/s/12900231/1/La-Elecci%C3%B3n

Academia Sannin Y La Escuela Nocturna.




 

 

En las afueras de la ciudad se encuentra una escuela aislada del resto de las pocas aldeas cercanas; la escuela Sannin encargada de formar el mejor futuro para los hijos de importantes empresarios, doctores, y en su mayoría héroes de guerra(etc...), inclusive se hace cargo de los pobres huérfanos que perdieron a sus padres en ellas... Pero algo se rumorea de esta escuela, algo referente a anillos, a jutsus y chakras... Nunca se ha confirmado del todo, pero el rumor aumenta con el crecimiento de los famosos "ninjas"... Shikamaru es nuevo, luego de que su padre regresase del servicio decidió por fin aceptar la oportunidad de entrar a la escuela y así no dejar a su madre en casa sola... Pero el lo ha descubierto, algo ocurre por las noches en la escuela, ¿terminara formando parte de aquello? Para realizar esta historia me base un poco en los libros de Night School y la serie animada Naruto. Todos los derechos reservados a sus autores originales, el resto pertenece a mi persona. https://www.wattpad.com/story/78927964-academia-sannin-y-la-escuela-nocturna https://www.fanfiction.net/s/12209320/1/Academia-Sannin-y-La-Escuela-Nocturna Un amor indeleble.



Los ex novios se supone que forman parte de tu pasado, pero parece que Temari tiene la mala suerte de encontrárselo hasta en la sopa luego de tanto tiempo; momentos incomodos y situaciones que aún no se han resuelto empezarán a llenarle la cabeza, ¿Es sano volver a pensar tanto en tu ex? Por otra parte Shikamaru solo está tratando de ser amable y resolver todo lo que ha quedado mal entre ambos, pero parece que alguien está confundiendo algunas cosas o ¿quizás el mismo las confunde? Solo saben que es importante llevar esto en paz, nada de coqueteo, ni nada que lleve esto más lejos, ambos dejaron las cosas a media, y no sería buena idea terminarlas en este punto. ¿O sí? https://www.wattpad.com/story/130225551-un-amor-indeleble https://www.fanfiction.net/s/12747951/1/Un-Amor-Indeleble ¡Y MI TESORO! (El unico finalizado) Mi tesoro porque fue el primero y el mejor recibido, en el que mas me inspire (por ser el primero) y al que extraño escribir!!

Bajo un malentendido.



¿Eres la princesa de la aldea de la arena y rumorean que dormiste con un chico? ¡Vaya.. que problemático! Y también sera problemático resolver este lio si tienes un hermano celoso y otro que sigue las reglas como Kazekage. ¡Tremendo problema! https://www.wattpad.com/story/77314539-bajo-un-malentendido https://www.fanfiction.net/s/11535918/1/Bajo-Un-Malentendido Bueno, aunque casi nadie lee esto (quizas nadie) espero sea disfrutado... en la pestaña de información encontraran mis cuentas de fanfiction y Wattpad, en esta ultima comparto trabajos originales y otros fics en proceso... Mariam.

Heart Chat BubbleKunai - Naruto 3